Discriminación por edad inversa en el lugar de trabajo

La discriminación por edad inversa o edadismo inverso es una realidad. Ha habido una percepción desde hace bastante tiempo de que las personas más jóvenes o los empleados jóvenes también enfrentan discriminación al igual que los trabajadores mayores. Es comprensible que los trabajadores mayores enfrenten cierta discriminación y la mayoría de ellas han sido fundamentadas, razón por la cual existe una ley que protege los intereses de los trabajadores mayores. Asimismo, existen algunas razones por las que la discriminación inversa por edad en el lugar de trabajo se ha convertido en una realidad.
¿Qué es?
La discriminación por edad inversa es exactamente lo contrario de la discriminación por edad. Los trabajadores mayores se definen como aquellos que tienen más de cuarenta años. Legalmente están clasificados como trabajadores de mayor edad y están protegidos por la ley ADED de 1967. La ley establece claramente que un trabajador de edad, uno mayor de cuarenta años, no debe ser discriminado de ninguna manera en comparación con un trabajador más joven. La discriminación podría ser financiera, relacionada con las oportunidades de empleo, los incentivos o incluso el trato otorgado en el lugar de trabajo y más allá por parte de la empresa. Dado que los trabajadores de más edad están protegidos por la ley, son los trabajadores más jóvenes los que se llevan la peor parte.
Efectos recientes
En los últimos cinco o seis años, se ha observado estadísticamente que los jóvenes son despedidos con más frecuencia que los mayores. Hay algunas razones para eso. En primer lugar, es difícil deshacerse de los trabajadores mayores, ya que han estado trabajando en una organización durante mucho tiempo y su experiencia cuenta. Segundo, hay una ley que hace un poco difícil despedirlos. Se debe presentar una gran cantidad de explicaciones si se demanda a la empresa. Los trabajadores más jóvenes o los menores de cuarenta años no pueden demandar a una empresa sobre esa base, siempre que se proporcionen razones válidas para el despido y se ofrezca una compensación adecuada. En tercer lugar, muchos gerentes o incluso propietarios de empresas experimentan una sensación de compasión cuando se trata de contratar trabajadores mayores. Las personas mayores tienen familias y dependientes y la culpa de despedirlos puede volverse demasiado difícil de soportar para la mayoría de los gerentes y dueños de negocios. Por el contrario, los jóvenes no siempre tienen dependientes y pueden iniciar o reiniciar su carrera fácilmente.
En ese contexto, el envejecimiento inverso o la discriminación por edad inversa en el lugar de trabajo se ha vuelto demasiado común. Hay algunos contrapuntos, además de que despedir a los jóvenes no tiene mucho sentido para una empresa, ya que son trabajadores más duros, dedican más horas y pueden estirarse cuando sea necesario y también se les paga menos que a los trabajadores mayores.
Eduardo Martín tiene más de 25 años de experiencia como director ejecutivo y emprendedor en serie. Como empresario, ha fundado varias empresas multimillonarias. Como escritor, el trabajo de Martín ha sido mencionado en CIO Magazine, Workable, BizTech y The Charlotte Observer. Si tiene alguna pregunta sobre el contenido de esta publicación de blog, envíe un mensaje a nuestro equipo de edición de contenido aquí.
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