6 Ventajas y desventajas de la economía dirigida

La economía dirigida, también conocida como economía planificada, es un sistema económico en el que una autoridad central controla la cantidad de productos que se producirán, así como otras actividades económicas de una nación, incluidos los precios de los productos básicos. Este es el sistema económico seguido por la mayoría de las sociedades comunistas como China, Corea del Norte y Cuba. Aunque esto ha funcionado para estos países, hay contratiempos manifiestos en este tipo de sistema económico. Para tener una idea, estos son algunos de los pros y los contras de la economía de comando.
Lista de ventajas de la economía de comando
1. No tiene espacio para el monopolio.
Con una autoridad central elegida por el gobierno para dictar la cantidad de bienes que se producirán y los precios que los fabricantes pueden pedir, será difícil para los proveedores de productos básicos controlar el mercado. Al final, serán los consumidores los que se beneficien de este tipo de sistemas.
2. Se agiliza la movilización de recursos.
Otra ventaja de la economía dirigida es el poder de la autoridad central para exigir una mayor producción de los bienes necesarios en caso de situaciones de emergencia como la hambruna y la guerra. De esta manera, las personas de las regiones afectadas pueden tener los suministros que necesitan más rápido ya que el gobierno decidirá la cantidad de productos que requieren las áreas afectadas. Dicho esto, será más fácil y rápido para el público acceder a estos bienes a un precio fijado por el ente rector.
3. Hace que el establecimiento de objetivos sea posible y alcanzable.
La presencia de una autoridad central es una ventaja en sí misma. Dado que existe un organismo que tiene el poder de controlar las actividades económicas, también tiene la capacidad de establecer objetivos bien definidos y programar un marco de tiempo para lograr estos objetivos.
Lista de desventajas de la economía de comando
1. Puede resultar en escasez o excedente de productos.
No hay forma de que la autoridad central pueda tener información precisa sobre el mercado y la cantidad exacta de bienes que demandan los consumidores. Como resultado, es posible que algunos fabricantes no puedan suministrar suficientes productos si se les permitiera producir bienes en una cantidad mucho menor de lo que el público realmente necesita. También puede ocurrir lo contrario si la autoridad central les ordena producir grandes cantidades de bienes con menor demanda en el mercado.
2. Se vuelve demasiado controlador.
Dado que el gobierno tiene el poder de controlar las actividades económicas, es posible que las empresas no puedan obtener suficientes ganancias y finalmente quiebren. Esto también puede disuadir a las personas de invertir en nuevas empresas por temor a no obtener su ROI a tiempo. Al final, esto también puede afectar la economía del país.
3. No apoya la innovación.
Dado que la autoridad central tiene el control total de la producción y venta de bienes, los fabricantes no intentarán innovar en sus productos. Cuando esto sucede, la calidad de los bienes permanecerá como está. Esto también suprime la libertad de los empresarios y priva a los consumidores de tener mejores productos.
Todos los tipos de sistemas económicos tienen ventajas y desventajas, pero todos fueron creados con la intención de hacer más el bien que el mal. Sin embargo, aún queda una pregunta. ¿De quién son los intereses que protegen estos sistemas económicos?
Eduardo Martín tiene más de 25 años de experiencia como director ejecutivo y emprendedor en serie. Como empresario, ha fundado varias empresas multimillonarias. Como escritor, el trabajo de Martín ha sido mencionado en CIO Magazine, Workable, BizTech y The Charlotte Observer. Si tiene alguna pregunta sobre el contenido de esta publicación de blog, envíe un mensaje a nuestro equipo de edición de contenido aquí.
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